Un programa mexicano llamado “Palomas Mensajeras” ha ayudado a muchos mexicanos indocumentados volver a reunirse con sus padres después de muchos años sin verlos. Para personas indocumentadas es una triste realidad que tuvieron que escoger entre vivir en un país con más oportunidades, o estar con su familia en su país natal. De este dilema surgen miles de inmigrantes en los Estados Unidos quienes no han visto a sus padres y otros parientes por muchos años, incluso muchos que no los vuelven a ver porque muchos empiezan a fallecer.
En algunos estados de México, los gobiernos han implementado unos programas que ayudan a que estas familias se vuelvan a juntar por un tiempo.
El programa “Palomas Mensajeras” es administrado por el estado de Michoacán, un estado de donde muchos emigran. El programa ayuda a padres de hijos inmigrantes indocumentados con más de 60 años, aplicar para una pasaporte y visa de turista. El programa empezó el año pasado y ha reunido ya a más de mil padres con sus hijos en varios estados del país, pero especialmente en California por la alta población de migrantes. Varios otros estados mexicanos como, Zacatecas, Jalisco, Morelos, Puebla, Oaxaca, Guanajuato, Guerrero, Yucatán e Hidalgo también tienen programas similares.
Este evento puede ser algo muy emotivo para aquellos quienes participan. El “Los Ángeles Times” hizo un reportaje en donde se describe los momentos cuando estas familias se vuelven a ver. Muchos lloran de la emoción y abrazan a sus padres, pero todos están muy contentos de tomar esta oportunidad. José Luis Gutiérrez, Secretario del migrante del estado de Michoacán comentó al medio ‘Mundo Hispanico’sobre este programa; “Esto nació como una iniciativa del gobierno mexicano hace un año. Es un programa humanitario, pues hemos apostado a la comunidad y a la colaboración del gobierno mexicano, las embajadas y el gobierno estadounidense. Esta era una demanda constante de muchos michoacanos. Y nuestro trabajo es trabajar con ellos. Además, es una forma de reconocer la contribución que hacen los migrantes a nuestra comunidad”.
Para muchas familias ha sido un sueño hecho realidad, y por lo tanto prueba del éxito del programa. Esperemos que siguán fluyendo el apoyo para este tipo de programas para que familias separadas por circunstancias dificultosas puedan estar juntas una vez más.