Muchos mexicanos vienen a los EE.UU. para trabajar en los campos. Para muchos de ellos lo que empezó como un humilde inicio se convirtió en sus propios negocios de bodegas de vino.
Una forma de poder entender mejor el camino de estos dueños de bodegas es descrita por Steve Velasquez, curador asociado del Museo Nacional de Historia Americana de la Smithsonian Institution. Velasquez dijo, “Un viaje de México a los Estados Unidos para trabajar en la agricultura, de un puñado de familias a una próspera comunidad de mexicano-americanos, de viñeros a propietarios de bodegas. . . . Estas familias representan a los mexicoamericanos que alguna vez apoyaron una industria, pero que ahora ayudan a darle forma”.
Uno de los trabajadores, ahora dueño de sus propias bodegas de vino, es Reynaldo Robledo. Robledo llegó a los EE.UU. a los 16 años de Michoacán, México. Robledo comenzó podando enredaderas y durante 30 años aprendió lo más que pudo. En 1996, Robledo lanzó Robledo Vineyard Management, LLC. En los primeros años, la familia compró 14 viñedos que llegaron a ser 350 acres.
La Asociación de Vinicultores Mexicano-Americanos de Napa Sonoma, que lleva 3 años, ha lanzado 14 bodegas y recuerda lo que han vivido para tener estos logros. Rafael Ríos, presidente de la Asociación, explicó perfectamente cómo es que estos piscadores han sido tan exitosos, “Todos nosotros hemos venido desde abajo….Sabemos lo que es estar en el campo a 90 grados”, agregó Ríos.
En Napa y Sonoma, las prácticas de los viñedos han cambiado y requieren de mano de obra agrícola calificada durante todo el año. De acuerdo a Carlos Hagedorn, instructor en Napa Valley College, dijo que los vinicultores se están convirtiendo en modelos a seguir. “Se trata de elevar las expectativas, ya sea en el negocio del vino o ser dueño de un garaje en lugar de ser un mecánico”, agregó.